4 abr 2012

Aurora

Aurora era discreta y remilgada. Sus pocos amigos habían aprendido a valorar su carácter tímido e introvertido como una de sus mayores virtudes. Hablar suponía para ella un gran esfuerzo, por lo que cuidaba cada una de las palabras que decía. Su pelo rizo y blanco, sus ojos celestes y su piel nívea le conferían un aspecto glacial que intimidaba a la mayoría de los chicos de su facultad.

Aurora estudiaba Matemáticas. Era la mejor alumna de su clase, jamás bajaba del sobresaliente. Su carrera la apasionaba y muchos de sus profesores la admiraban. Sus demostraciones eran exactas y rara vez se le escapaba algo. Siempre llevaba una peculiar gota de cristal colgada al cuello; unos decían que era un recuerdo de su madre, otros, que era una suerte de amuleto; pero la verdad es que nadie sabía qué significaba exactamente aquel adorno.

Aurora vivía con Victoria, una chica de su clase, bastante menos brillante y algo alocada. Pasaban mucho tiempo juntas, lo que era una bendición para Aurora ya que con Victoria no se sentía tan insegura como con el resto de personas. Solían pasar las tardes en el cine o paseando por el bosque, riendo y hablando de todo un poco. Ciertamente formaban una pareja extraña.

Aurora y Victoria tenían infinidad de planes para el futuro: cuando terminasen de estudiar comprarían un piso en Santander y trabajarían allí, Aurora en la universidad y Victoria en un instituto. Irían de vacaciones en verano, cada vez a un sitio distinto. Aún no habían decidido si se iban a casar, pero eso no importaba: Aurora y Victoria serían felices juntas.

Aquel día Aurora llegaba tarde. Victoria puso la tele para entretenerse un rato hasta que su novia apareciese por la puerta, saludando alegremente y endulzando el aire de la casa. Todo era basura en la programación: cotilleo, culebrón, cotilleo, fútbol, culebrón… ¡las noticias! Victoria dejó ese canal puesto mientras iba preparando la mesa para comer. 

- … la Policía desconoce la identidad del autor, pero se cree que…

Victoria prestó atención. Un atentado. "Qué horror",  pensó, su ciudad no era un objetivo frecuente de terroristas. Cuando se acercó para ver el lugar donde se había producido el ataque se le heló la sangre en las venas: entre los escombros, todavía intacta, Victoria acertó a ver aquella gota de cristal.

24 feb 2012

Autocrítica.

¡Por fin me he decidido a escribir mi primera entrada!

Hoy @burenfurecida, un grupo anónimo en Twitter bastante conocido por la zona donde vivo a causa de sus tweets ácidos y sus pocos escrúpulos a la hora de arremeter contra sus vecinos burelenses, se ha visto en la obligación de cerrar su cuenta ante las numerosas amenazas dirigidas a un chico que probablemente no tuviese nada que ver con el asunto. 
Se llevaba tiempo especulando con la identidad de este grupo que cada vez suscitaba más críticas entre la juventud. Incluso se llegó a tener más de un "sospechoso". Las dudas se disipaban a ojos de esta gente cuando una muchacha, ni corta ni perezosa, decidió atribuir a su propio hermano el ingenio de estos tweets, condenándolo automáticamente a una catarata de amenazas que llevaron al anteriormente mencionado grupo, del que aún se desconoce la identidad, a clausurar definitvamente su cuenta de Twitter.

Con este asunto se ha puesto de relieve la alergia a la crítica de muchos de mis vecinos burelenses, quienes, heridos en su orgullo, arremetieron contra este grupo como si de su peor enemigo se tratase. ¿Qué se debe pensar cuando observas semejante capacidad de autocrítica? Ciertamente, esa soberbia que tanto se gusta de criticar por estos lares ha asomado la patita en este asunto. Los mismos que ante una humillación te aconsejan hacerte el sueco "porque es un chiste y no debes tomártelo a la tremenda" hoy reclamaban la cabeza - o cabezas - de @burenfurecida en bandeja de plata.

Se han tomado el asunto como un auténtico crimen, con sus jueces, sospechosos y, por supuesto, con una condena "acorde" a ojos de muchos con el "delito" cometido. ¿En qué consiste este delito? En un puñado de tweets humorísticos cargados de localismos, piques entre bachilleres, sarcasmos y otras chorradas varias. 

El tema en sí es una tontería, es cierto, pero da bastante que pensar sobre la idiosincrasia de un pueblo que es muy permisivo y liberal hasta que algo le toca. En fin, otra caza de brujas que no es la primera y que, por desgracia, tampoco será la última. Recuerdos a @burenfurecida y, sobre todo, muchos ánimos al chico al que espero pronto dejen en paz.

9 feb 2012

¡Vuelta a la carga!

¡Hola! ¡He decidido retomar el blog! Bueno, retomar... Lo cierto es que la otra vez sólo duró dos semanas: me gustaba tan poco lo que había escrito que borré todas mis entradas y dejé esto completamente abandonado. Hasta hoy. 

En realidad la culpa es de mi profesora, que abrió uno para el instituto y nos mandó registrarnos y publicar trabajos allí. Entonces iba yo a registrarme cuando... "¡anda, si yo ya tenía cuenta de Blogger! ¡sí, sí, aquel blog que abrí hace tiempo y que ahora tengo abandonado!" Eso pensé. Y aquí estoy.

Eso es todo, espero que salga mejor esta vez y ¡bienvenidos!